¡Fin al lucro! ¡Educación de calidad y gratuita!, etc. son algunos de los lemas que se han levantado por consecuencia de esta nueva demanda estudiantil contra el gobierno.
Es necesario partir de un punto base, el cual si bien puede resultar obvio es necesario esclarecerlo desde el inicio, todos queremos una educación de calidad, y frente a esta premisa, la manera de abordar el tema y de reclamarlo frente a las autoridades del ejecutivo, ha sido poner fin al lucro en la educación, y por consecuencia obtener la gratuidad total de la educación. Pero, ¿es esta la verdadera solución?. Según mi parecer esto no es la solución de fondo, pues me surge la interrogante ¿Qué hay de malo en que existan instituciones privadas dedicadas a la educación?, frente a esto, creo que es justa la existencia del modelo educacional de sistemas privados y públicos (municipales). ¿Por qué?, por una razón muy simple, como lo dije al comienzo, todos buscamos una enseñanza de calidad, y frente a esto los privados no deben porque tener barreras a sus posibilidades de iniciar una actividad en torno a la educación, pero frente a esto muchos dirán ¿Qué sucede con aquellos que no son capaces de financiar sus carreras?, ante esto entra el rol del estado, que mediante la educación pública debe ser capaz de cubrir las demandas, o sea, entregar educación, y en este tipo de educación (publica) el estado debe procurar entregar los recursos suficientes para que la calidad en la enseñanza entregada por una institución del estado sea igual o en lo posible mejor al del colegio o universidad particular. es por esto que el eliminar a los privados no es una solución al problema, al contrario, si hay gente que tiene los recursos para pagarse estudios en una universidad X, que lo haga, pero es el estado quien debe preocuparse de la persona que no es capaz de realizar la misma acción, es por esto que la existencia, tanto de instituciones públicas como privadas, facilita la tarea del estado, por cuanto los privados ayudan prestando servicios a una cantidad determinada de personas, y así el estado se preocupa de todos los demás, sin tener que asumir una responsabilidad mayor, que implica un aumento considerable en el gasto fiscal.
Considerando lo anterior, la idea es que el sistema educacional sea similar al de salud (privados y públicos), pero lógicamente que en la educación estatal, se entregue un financiamiento adecuado para otorgar la calidad deseada. Y es aquí donde comienza la búsqueda de la verdadera solución, ¿Cuánto invertirá el estado? ¿De dónde obtendrá los fondos?, etc. estos son los temas que es necesario discutir y que conllevan directamente a una búsqueda de la solución del problema.
En consecuencia directa de esto, según lo que pide la comunidad estudiantil, es la gratuidad completa (teniendo en cuenta que esto aplicaría en las instituciones públicas, si se acepta lo dicho anteriormente), he aquí el problema, supuestamente el estado está dispuesto a financiar la educación con determinada cantidad de dinero, la cual no seria suficiente, y esto llevara a que el sistema de la educación estatal termine siendo similar a la salud pública, es por esto que considero adecuado que al pensar en modificaciones estas no deben ser totales, sino paulatinas, para que el sistema estatal se acomode a los cambios del gasto; en primer lugar creo que el sistema de créditos “en esencia” es bueno, pues de esta manera en una primera fase el gasto público no sería tan elevado o repentino, pero aquí caemos en otra falencia, la efectividad de los créditos, y a mi parecer es necesario determinar modificaciones, o incluso creaciones de ley, que estipulen rangos en cuanto al interés cobrado por el crédito, porque todos concordamos en que pagar 2 o tres veces una carrera es una usura, es por esto que debe crearse una ley que regule esto, (este debería ser otro de los puntos buscados por las movilizaciones, reformar el sistema de créditos); de esta forma, en una primera fase el estado aportaría con una determinada cantidad de dinero a la educación pública, y nosotros personas y estudiantes aportaríamos, mediante el sistema de créditos, de esta manera no se realizaría un cambio brusco al sistema de inversión pública, (según mi opinión, en esta fase con financiamiento estatal, y personal mediante créditos mejor regulados, podría financiarse de manera correcta la educación sin alterar mayormente las demás inversiones públicas, y considero que esta fase debería ser aplicada como fase única); pero si lo que se busca es la gratuidad al 100%, posterior a esta fase el gasto público debe ir aumentando paulatinamente, hasta llegar a un punto donde el estado se haga responsable de forma completa de la educación.
Y solo como último punto, creo necesario que la educación de calidad no es solo una función del estado, ni se logra solo con su intervención, al contrario, es una cadena entre la función del estado, el ejercicio capacitado de los docente, y un tercer elemento, y a mi parecer uno de los más importantes, es la función del alumno, su responsabilidad y cumplimiento.
Por N.Pinochet